miércoles, 17 de agosto de 2011

Parto inducido o provocado.

Habitualmente cuando estamos embarazadas calculamos la FPP (Fecha Probable de Parto) que ronda acerca de las 40 semanas, un bebé puede nacer entre las semanas 38 y 42 considerándose a término e incluso hay mujeres que pasadas las 42 semanas aún no tienen indicios de que están por dar a luz. En algunos casos están mal calculadas las semanas de embarazo ya que no se sabe exactamente el día que se embarazó o simplemente ese bebé necesita mas tiempo y aún no está listo para nacer. Es cierto que las mujeres nos ponemos un tanto ansiosas y esto se lo debemos en parte a nuestro entorno que vive preguntándonos “para cuando el bebé?” como si nosotras decidiéramos cuándo nuestra criaturita quiere salir al mundo. En otros casos las molestias físicas comienzan a hacerse notar, la pesadez, la falta de aire por el tamaño del bebé, las ganas de hacer pis a cada ratito por la presión que ejerce la criatura sobre la vejiga, etc. Lo importante creo que es estar segura de cada paso que demos en ese momento. Habrá médicos que pasadas las 40 semanas te querrán inducir el parto con cuanta maniobra tecnológica encuentren, otros te querrán programar una cesárea diciendo que tu bebé ya está muy grande y no vas a poder parirlo, y en menor medida encontrarás profesionales que te aconsejarán realizar una ecografía o en el mejor de los casos un ecodoppler para monitorear la salud del bebé, ver el estado de la placenta, conocer si el pasaje de oxigeno y alimento a través del cordón umbilical sigue siendo el adecuado y así decidir si pueden esperar unos días mas a que el parto se desencadene naturalmente.

¿Qué es la inducción del parto?

El parto puede ser espontáneo, cuando las contracciones se generan por si solas y contribuyen al descenso del bebé y a la dilatación del cuello uterino, o bien inducido, cuando por alguna razón es necesario finalizar el embarazo porque su continuación puede ser perjudicial para la mamá o para el bebé. La inducción del parto se lleva a cabo utilizando medicamentos u otras técnicas médicas para iniciar las contracciones que provocarán el parto. En la actualidad se prefiere que la naturaleza siga su curso normal y a intervenir lo menos posible.
¿Cuáles son las causas de inducción del parto?
Los factores de riesgo para que el obstetra decida inducir el parto son muchos. Los más frecuentes son: preeclampsia, rotura prematura de bolsa, corioamnionitis, retraso de crecimiento fetal, enfermedades maternas graves (hipertensión, diabetes, nefropatía, entre otras).

¿Cómo se induce el parto?

La técnica utilizada depende fundamentalmente del estado del cérvix o cuello del útero. Mediante el test de Bishop, se palpa el cuello y se valoran cinco características: el borramiento (longitud del cérvix); la consistencia (el cuello del útero debe ser blando); la posición del cérvix respecto a la vagina (en el parto debe encontrarse centrado); la dilatación (que puede ir de 0 a 10 centímetros); y la distancia a la que se encuentra la cabeza del feto de la salida del canal del parto. Además, el médico valorará otras circunstancias como la paridad (si es el primer parto o ya se ha parido alguna vez), si se ha tenido una cesárea anterior o si las membranas de la bolsa de aguas están rotas o no. En función de todo ello, empleará un método u otro para provocarlo. Algunos son más dolorosos y mas invasivos así que por ese motivo los enumeraremos:

• Despegamiento de membranas
El despegamiento o separación de las membranas es una técnica relativamente sencilla que se realiza habitualmente como procedimiento ambulatorio. Durante el examen vaginal, el médico introduce un dedo en el orificio cervical. Así, el polo inferior de las membranas se despega del segmento uterino inferior mediante un movimiento circular del dedo que examina. Esta intervención tiene la capacidad de iniciar el trabajo de parto al aumentar la producción local de prostaglandinas y, por lo tanto, reducir la duración del embarazo o adelantarse a la inducción formal del trabajo de parto con oxitocina, prostaglandinas o amniotomía. Este método, no en todos los casos evoluciona con éxito.

• Rotura artificial de la bolsa (amniotomía)
La amniotomía (ruptura deliberada de las membranas) es un proceder simple. Se realiza un lavado con antisépticos en la vagina y se coloca un recipiente justo debajo de ella para recolectar el líquido amniótico, el médico introduce un pequeño instrumento de plástico en forma de gancho y rompe la bolsa de aguas. Este procedimiento va a limitar el tiempo en el que se desarrolle el trabajo de parto ya que pasadas las 24 hs la mayoría de los obstetras deciden realizar una cesárea por prevención a una infección que claramente se puede prevenir si no se rompe la bolsa artificalmente y si se evitaran los rutinarios tactos.

• Administración de prostaglandina
La prostaglandina es una hormona que se administra a la mujer en forma de óvulos o geles vaginales como también en forma de píldora por vía oral. El procedimiento generalmente se lleva a acabo en el hospital donde la embarazada quedará internada durante la noche hasta que la hormona produzca su efecto y el cuello uterino se prepare para el inicio del parto. La prostaglandina oral produce de manera consistente una frecuencia mayor de efectos secundarios gastrointestinales, en particular vómitos. La prostaglandina puede desencadenar el trabajo de parto o puede utilizarse antes de administrar oxitocina.

• Administración de oxitocina
La oxitocina es el agente inductor más frecuentemente usado en todo el mundo. Se ha usado sola, en combinación con la amniotomía o después de la maduración cervical con otros métodos farmacológicos o no farmacológicos. Se administra mediante un goteo intravenoso continuo. La dosis del goteo se irá aumentando lentamente hasta que el parto evolucione sin complicaciones. Se debe hacer un riguroso monitoreo uterino y fetal de manera continua, ya que el goteo oxitócico puede provocar contracciones uterinas muy fuertes y reiteradas que pueden perjudicar la salud del bebé. Además también puede ser posible que administren medicamenos analgésicos o anestesia peridural para que la mujer pueda tolerar este tipo de contracciones.

¿Son dolorosos los métodos para inducir el parto?

En general, los procedimientos de inducción del trabajo de parto son más dolorosos que el inicio espontáneo ya que provocan contracciones de mayor duración e intensidad. El método de despegado de membranas puede resultar incómodo y doloroso, pero estas molestias no suelen durar más de 1 minuto. Pueden aparecer también espasmos fuertes seguidos de una pequeña hemorragia que duran aproximadamente 2 días. Con respecto al método de rotura artificial de la bolsa también puede ser incómoda ya que se siente un tirón seguido de una pérdida de un líquido tibio. Con la administración de prostaglandina se pueden sentir contracciones más fuertes y con la oxitocina además de ser más fuertes también son más reiteradas.

¿Existen riesgos a realizar una inducción?

Al ser un método artificial, puede provocar efectos secundarios tanto a la madre como al bebé. Por ejemplo, al ser partos más largos, la mujer se cansa más y tiene más posibilidades de sufrir fiebre, deshidratación y exceso de contracciones (y, por tanto, de rotura uterina). Al aumentar la posibilidad de terminar en cesárea o parto instrumental, se suman los riesgos de dichos procedimientos (infección, dolor, hemorragia y desgarros del canal de parto).
Al niño también le puede causar más estrés, perdiendo su bienestar dentro del útero. Por eso, el porcentaje de cesáreas aumenta en los partos inducidos.
La inducción del parto la aconseja un profesional que previamente ha valorado que para la madre y/o el feto es mejor finalizar el embarazo que continuar con él. Por eso, se desaconsejan totalmente los partos inducidos por elección, es decir, provocar el nacimiento en una fecha concreta por cualquier motivo ajeno a la salud.
Además, existen una serie de circunstancias en las que no es recomendable la inducción:

- Si el sufrimiento fetal es muy grande, será necesaria una cesárea.
- Si la embarazada presenta placenta previa, vasos previos (cuando los vasos sanguíneos del cordón umbilical están adheridos a las membranas amnióticas y corren riesgo de romperse durante el parto).
- Si el bebé está de nalgas o en una posición transversal, lo que significa que no está preparado para salir con la cabeza primero.
- Si a la mujer le han practicado una cesárea.
- Si hubo una cirugía uterina, como la miomectomía.
- Si es un embarazo múltiple.
- Si existe una infección de herpes genital activa.

Técnicas naturales de inducción

Existen una serie de trucos para provocar el parto, que aunque no está demostrado que funcionen, tampoco hacen ningún mal. Hacer el amor es, probablemente, el método más placentero. El esperma humano contiene prostaglandinas naturales, muy estimuladores para el útero. El coito no es peligroso para el bebé, a menos que el obstetra haya dicho lo contrario. La estimulación de los pezones, ya sea durante el sexo o por una misma, también puede provocar la liberación de oxitocina, una hormona que contrae el útero y madura el cérvix.

El ejercicio, como caminar o subir escaleras, también ayuda ya que la cabecita del bebé comenzará a ejercer cada vez más presión sobre su cuello uterino. Al menos, el hecho de realizar una breve caminata podría ayudar a que el niño se coloque en una mejor posición para el parto.

La comida picante y exótica también puede servir, siempre que luego no produzca ardor de estómago. Pero ni se te ocurra probar aceite de ricino. Además de tener un mal sabor, puede provocar diarrea, calambres, náuseas, vómitos, deshidratación, fatiga y hasta contracciones uterinas espasmódicas pero inefectivas.

La acupuntura o la acupresión y los remedios homeopáticos y herbales son estrategias igualmente válidas para relajarse y estar entretenida durante la espera. No obstante, se debe consultar antes con el médico, puesto que algunos de estos preparados pueden ser potencialmente peligrosos porque pueden estimular el útero en exceso (y además pueden no ser seguros para el bebé).

1 comentario:

  1. Excelente Sofi! No estaba bien interiorizada de los métodos de inducción, me re sirvió. Gracias y besos!

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